¿Habrá revolución en México este año?

lunes, 14 de junio de 2010

Hazme unos güagüis desde tu rancho mi reyna o todo lo qe se me ocurre antes de culpabilizarme por hacerme una buena chaqeta

“Al hombre que, basándose en este informe, invente una máquina capaz de reunir las presencias disgregadas, haré una súplica: Búsquenos a Faustine y a mí, hágame entrar en el cielo de la conciencia de Faustine. Será un acto piadoso.” La invención de Morel. Adolfo Bioy Casares

Todos los avances tecnológicos y la parafernalia cibernética que intentan vendernos como el más preciado de los elixires, se me antoja para una sola cosa: mentarle su pinche madre.


No, en serio, poco a poco y sin advertirlo nuestras vidas, rutinas, esperanzas y deseos (miméticos por supuesto) se adecuan al ritmo y mandato divino de las telecomunicaciones y a merced de los caprichos de los aparatos que sirven para estos fines, basta como ejemplo la computadora en la que estoy escribiendo esto y el blog en el que se alberga. De ninguna manera intento hacer una crítica clásica de chairo vende macheteartes, me confieso adicto y dependiente a la internet, incluso varios de mis enamoramientos más cabrones han sido por este medio, no, no va por ahí la cosa.

El punto es que hay que dejar de hacernos pendejos, no hemos sabido combinar las virtudes tecnológicas con las diferentes e innumerables tradiciones artísticas, literarias por ejemplo, sí, es cierto que hay un boom de literatura emergente, últimamente con especial atención a la minificción. Pero qué, luego qué más allá de la “difusión”. A lo que intento llegar es que difundir y reciclar información no es precisamente igual a imaginación y por su puesto concreción de nuevas formas, nuevos inventos, nuevos placeres. No dudo que por ahí haya cosas increíbles, pero ¿qué con nosotros los ciudadanos de a pie y comensales de fonda?

En 1940, Don Adolfo Bioy Casares escribió una historia de lo más chingona llamada “La invención de Morel” en la que Morel, inventa un aparato capaz de simular la “realidad” por medio de proyecciones, es decir como una película, pero no sólo audiovisualmente, sino con el resto de los sentidos, lo único que hacía falta a este aparato reproductor de la realidad era “el espíritu”, otros le llaman conciencia y esta diferencia puede prestarse a diversas discusiones, pero aquí da igual.

Esta novela fue escrita 45 años (aproximadamente) después de la invención del cinematógrafo, uno de los más grandes inventos de la humanidad y con riesgo a sonar mamón, el cine, filosóficamente me causa un chingo de discusión eterna acerca, el problema de existencia de realidad y las implicaciones ontológicas simplemente me vuelven loco y me pongo a ver películas de ficheras para poder tranquilizarme. El cine propuso la reproducción no sólo visual sino auditiva, Bioy Casares propuso un aparato que reproduce al “ser” en su totalidad. Y advirtiéndolo o no, la tesis es la misma que “El mundo como voluntad y representación” de Schopenhauer. Así es chavales, ni existen, ni tienen voluntad propia, y esto que escribo, es dictado por aquel que me mueve como pieza de ajedrez, que a su vez es movido por otro… a saben “mise in abysme”. O quizá no saben y me vale verga, lo único que quiero es dejar de imaginarte mi reyna y que me hagas uno buenos guagüis desde tu rancho.
 recuerdo la forma qe toma tu culo al verlo acompañando tu mirada hueca, mientras tu boca mastica lánguidamente el tronco de mi pistola. empiezo a maniobrarme

Las pajas, chaqetas, chambritas deberían de entrar en la calificacion de juego virtual, algo así como el sega, la pley o el xbox, es un pedo donde los reflejos juegan el papel mas importante, donde te introduces en un mundo sublime inventado y en el qe tu, y solo tu llevas el completo control. masturbarse, mas allá de ser un acto de amor propio, se convierte en una recreacion del mundo externo haciéndolo propio. así se toma la realidad, se codifica, se viola, se hace propia y al fin se comprende.



CHAQETOS DEL MUNDO UNIOS